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PREVENCIÓN EN ADICCIONES

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Formato digital, notas extraídas

Le presentamos a continuación distintas notas publicadas por la Red, nos hemos visto en la necesidad de informar sobre la temática de las adicciones debido a la desinformación general que existe sobre esta temática, las notas apuntan a tomar conciencia de la realidad por la cual atraviesa nuestra sociedad y a actuar en consecuencia.

La revista de PREVENCIÓN EN ADICCIONES se ha presentado con gran éxito de lectura en las ultimas ferias del Libro.

 

SUMARIO

ANOREXIA: LA EXARCERBACION DEL NO CONSUMO

ACTO TOXICOMANO

ADICCIONES, GRUPOS Y COMUNIDADES TERAPÉUTICAS

ALCOHOLISMO Y TERCERA EDAD

DROGADICCIÓN: ¿QUÉ SUCEDE CON LOS ADOLESCENTES?

ENTREVISTA REVISTA DE PSIQUIATRIA PRESCRIBE

ADICTOS AL JUEGO; ¿UN TEMA MENOR?

BULIMIA Y ANOREXIA; ¿CONSUMIR O SER CONSUMIDOS?

 

REDBA - Red Asistencial de Buenos Aires
Asistencia y Docencia en Salud Mental
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ANOREXIA

"La exacerbación del no consumo"

Lic. Sergio Sáliche (Psicólogo)

La anorexia, una entidad clínica con compromiso psíquico, somático y endocrínico, es de aparición más frecuente en adolescentes mujeres. El rechazo sistemático del alimento que la caracteriza, se acompaña de una pérdida progresiva y pronunciada de peso y una amenorrea persistente. Algunas veces el cuadro de Anorexia se alterna con accesos de Bulimia, dados por el surgimiento de impulsos incontrolables de comer aún sin sentir hambre. Así es como éstas pacientes devoran en cantidad para luego arrepentirse de la comilona provocándose entonces el vómito para liberarse rápidamente de lo ingerido que pasa a ser vivido como algo dañino y peligroso. Por miedo a engordar muchas veces se provocan el vómito aún sin Bulimia, o recurren a enemas, purgantes y diuréticos para eliminar rastros de la comida.

Es inusual observar en éstas jóvenes signos evidentes de angustia, siempre y cuando, no se las obligue a ingerir alimentos. Suelen ser llevadas a la consulta por sus padres que habitualmente recurren al ginecólogo o al clínico en primera instancia.

El momento evolutivo en el que hace eclosión la Anorexia mental sumado a ciertos factores culturales, como la valorización de la delgadez por la moda actual, facilitan el encubrimiento de la enfermedad. La persecución implacable de la delgadez extrema comienza a acosar especialmente a las niñas frente al despunte puberal.

Por su exacerbado temor a aceptar el crecimiento corporal, buscan detener y desdibujar la adquisición de rasgos sexuales que llevan al redondeamiento de las formas. Por sentirse merced a la naturaleza se declaran en "huelga con la vida", el modo que encuentran de sobreponer a su impotencia para frenar el ritmo de los cambios es negarse a comer. Se desata así una lucha para lograr el dominio del propio cuerpo que conlleva la falsa ilusión de que controlando la ingesta recupera el control sobre su persona. Esta lucha, que tiene como escenario el cuerpo, delata sin embargo un severo conflicto interno e interpersonal (familiar y social) que puede en casos extremos llegar hasta la muerte, como desenlace. Un tratamiento terapéutico tiene como objetivo no el de "convencer" sino "vencer con" la paciente una lucha que se despliega en el cuerpo pero que es del dominio de lo psíquico. Dicho tratamiento tiende a ayudar a reorganizar el organigrama vital de las pacientes, trabajar sobre prioridades, disminuir en cantidad sus obligaciones y exigencias intentando operar sobre la paciente para que coteje "proyectos" con "reales posibilidades".

ACTO TOXICÓMANO, TOXICOMANÍAS Y UN TRATAMIENTO POSIBLE

Lic. Sergio Sáliche (Psicólogo)

(Texto resumido de la "Jornada de Prevención y Clínica de las Adicciones", Organizada por Adum y Red Asistencial de Bs. As., 8 de marzo 2003, Campana)

Para pensar el tema de las toxicomanías es necesario saber la especificidad del acto toxicómano, ese acto habla de la particularidad de quien consume y como desde allí se puede desarrollar una toxicomanía, esta habitualmente se convierte en el eje de la existencia de una persona, ese acto también nos sirve para pensar un tratamiento posible. Cuando una toxicomanía se desarrolla se comienza una carrera institucional, idas y venidas, en la cual generalmente la angustia y desesperación se manifiesta en los familiares. Nos preguntamos porque una persona en el encuentro con una sustancia (tóxico) se vuelve toxicómano, hay algunas causas centrales que pueden iniciar el consumo y que también intervienen en la continuidad del mismo:

- Como una respuesta ante la angustia.

- Como una anestesia de un dolor irresistible.

- Como un intento de fuga a una realidad intolerable.

- Para poder avanzar sobre una realidad imposible de avanzar.

- Para superar una inhibición.

- Como respuesta al desamparo (social-familiar)

Estas causas son muy diferentes a pensar el consumo como una libre elección consciente de alguien, además en la consulta nos encontramos con alguien en el que la droga ha devorado la causa y la historia personal.

Tampoco podemos simplificar pensando las causas desde la siguiente óptica.

- Porque es un sujeto hedonista (busca el placer por el placer mismo)

- Por las bondades químicas del tóxico (efecto químico)

- Porque son sujetos superficiales (vida irregular)

Porque son sujetos enfermos (desequilibrados)

- Porque son inmorales (no valoran la vida)

¿Quién consulta? La mayoría de los pedidos de consulta vienen de la familia, el paciente generalmente se muestra indiferente y ajeno a los padecimientos de la misma o los suyos propios, los motivos de dichas consultas son por los efectos indeseables (secundarios) que la droga ha producido, efectos indeseables que lo perturban, que afectan la relación con su entorno, con la legalidad de un mundo al cual se ve obligado a adaptarse, con un cuerpo que muchas veces sobrelleva como ajeno, extraño, cada vez más alejado de su ser. Si bien se queja, más tiene que ver con las consecuencias del consumo de drogas; sólo demanda por algo relacionado con los "síntomas secundarios" que derivaban de su acto. Muy poco se interroga, nada lo confronta con la búsqueda de "un por qué", de que habría de haber alguna razón para ello.

Quién envía también a un consumidor a una consulta obligatoria puede ser un juez, la consulta siempre está relacionada con los efectos en el cuerpo de un sujeto (sobredosis). Muchos le asignan al "encuentro con las drogas", más bien un carácter casual o como una libre elección. Dejan de lado una causal que nos aclare la dependencia de ese objeto, no necesitan justificar su causa.

El grupo familiar es muchas veces el principal destinatario y la droga es el objeto más eficaz para sostener el sentido de ese acto.

Se encuentra en la droga una solución transitoria ante la angustia y es un canal privilegiado para enviar un mensaje de una fuerte demanda de "presencia" del otro, una forma de golpear a su puerta que no parecen (los destinatarios) poder atender ese llamado; orientado a veces a la figura del padre, o para denunciar alguna falla del entorno familiar.

La medicina responde parcialmente a esta problemática, no puede con "la adicción del sujeto": que es lo imposible de decir. El médico dirá: "el hábito por las drogas no es una cuestión de nuestra práctica" y sugerirá la consulta psicológica. Y la pregunta sobre lo que hace causa de su demanda, tropieza una vez más con la impotencia.

Tratamientos: Hay instituciones especializadas en el tratamiento de las toxicomanías y son las llamadas Comunidades terapéuticas o granjas comunitarias en las cuales la principal regla para un tratamiento es la de abstinencia (no droga) como reglas secundarias (no sexo - no violencia) La droga es vista como la culpable de todas las desdichas del paciente, por lo tanto se obliga al paciente que se cure, que deje de presentar su síntoma. Se implementa la disciplina, castigo y tratamiento, que es lo propuesto por los representantes de la sociedad, la ley, en estas instituciones se refuerza el espíritu de reprimir el delito. Los objetivos son: reeducación social, aprendizaje de normas, cambio de conducta. Todos estos objetivos se "cumplen" a partir del aislamiento, similar a una institución correccional. La "recuperación" que se logra es parcial debido a que se genera una nueva dependencia (institucional) ante posibles "recaídas". Otra modalidad institucional que creemos la más adecuada para el tratamiento son los centros asistenciales que tienen otro abordaje, con un equipo de psicólogos, psiquiatras, terapeutas ocupacionales, coordinadores grupales, etc., se implementan tratamientos con permanencia en hogar o ambulatorios con actividades de hospital de día.

Allí se privilegia los distintos aspectos:

Terapia individual (permite reconstruir una historia subjetiva devastada)

Talleres con grupos de padres (permite que pueda escucharse la familia)

Talleres creativos (con los pacientes, con temas ajenos a la adicción en sí misma que los conecte nuevamente con la vida por ej. Taller literario).

La idea es que ante el llamado que requiere la presencia del Otro, este no responda desde la mera supresión del síntoma o la estigmatización ahora como ex de algo. Esto es un exagerado ejercicio de poder por parte de lo social que toma al sufriente como objeto de su obediencia. Este otro social debe apuntar a recorrer un camino en que sea posible la aparición de un deseo propio, único, y a una responsabilidad subjetiva de ese deseo a través de una historia propia y apropiada (en el sentido de apropiarse de otra manera, no excluyendo gustos o ideas propias). Por otro lado es esencial trabajar para generar una demanda, algún pedido dirigido al otro, necesitar al otro pero desde su propia singularidad, así lo debemos tomar desde el principio, y hacia allí debemos seguir, en ese camino.

Y por último buscar para encontrar una satisfacción sustitutiva (que siempre es parcial) no total y angustiante como es la droga que no deja espacio para desear nada más, por lo tanto es necesario aprender a que lo que no llena sirva para seguir buscando.

La idea es buscar una desinstitucionalización de los discursos establecidos, una forma es dejar de lado los preconceptos y estar advertidos de la influencia de corrientes de opinión que obstaculizan un posible tratamiento.

ADICCIONES, GRUPOS Y COMUNIDADES TERAPÉUTICAS

Lic. Sergio Sáliche (Psicólogo)

La adicción a las drogas es una patología generalmente progresiva y que requiere de un tratamiento a largo plazo.

La problemática de la drogadicción encubre realidades muy heterogéneas, no solamente sociales sino personales, la cantidad de prejuicios que se imponen socialmente imposibilitan una ayuda real hacia el adicto. Muchos tratamientos de conducta en las llamadas Comunidades Terapéuticas buscan lograr la abstinencia inicial y a mantenerla en forma prolongada. Una de las técnicas es el manejo de situaciones imprevistas, un sistema de recompensas y castigos que hacen atractiva la abstinencia y poco atractivo el uso de la droga. Se busca marcar que el estilo de vida libre de drogas ofrece mejores recompensas que el estilo de vida que implica el uso de drogas. Se puede suponer que una vez que el uso de la droga está controlado, la educación y la rehabilitación laboral se convierten en elementos críticos del tratamiento.

Los grupos terapéuticos

En cuanto a los grupos, son calificados como gran método en el tratamiento de la adicción, el sujeto con un determinado estigma confronta, habla, analiza y comenta a un otro igual. Pero no a todos beneficia, con el tiempo la estigmatización es uno de los riesgos más claros de los grupos, gentes estigmatizadas que durante media vida van al mismo grupo, creándose identificaciones nada deseables. El grupo inicialmente es bueno, pero la identificación con un mismo estigma lleva a la alienación, hay que ir más allá. El grupo sirve para hacer una demanda pero las identificaciones que se crean entre los sujetos con síntomas parecidos no son lo ideal, habrá que no convertir al grupo en un ideal de tratamiento.

Desde una perspectiva psicoanalítica sostenemos que un tratamiento para adictos debe realizarse, además, con otro tipo de intervenciones en una terapia individual.

Las adicciones presentan características fenoménicas generales que pueden resumirse en actuaciones repetitivas y compulsivas, es la imposibilidad de interponer en el impulso y su realización la mediación simbólica. Pero debe pensarse que más allá de la conducta típica subyace una estructura clínica que determina un abordaje específico. Además, no se debe homogeneizar los tratamientos porque ello indica desconocer la particularidad de cada sujeto. La prohibición general a que son sometidos los pacientes en algunas comunidades tiene su pseu-doeficacia inicial, el no consumo no implica trabajar con el síntoma por eso la prohibición se sostiene de por vida, se somete al sujeto mediante la culpa a ser esclavo de otra ideología: el ser ex – adicto. La argumentación es la falta de una ley que regule los procesos anímicos y la problemática de la identidad (el ser). Si bien estos conceptos no son erróneos sí lo es su abordaje, una ordenación subjetiva es una construcción singular para cada sujeto y debe ser abordada en relación a su particularidad y a su estructura clínica. Es necesario la escucha de un sujeto particular, este tipo de pacientes tienen conflictos afectivos importantes y su vinculación es conflictiva, el abordaje si bien es dificultoso deberá tender a encontrar una nueva modalidad de vinculación.

ALCOHOLISMO Y TERCERA EDAD

Lic Sergio Sáliche (Psicoanalista)

El consumo de alcohol en los adultos mayores es un problema tanto para la persona en sí como para el Estado, pero permanece oculto, es un problema que puede tener consecuencias irreversibles si no se trata a tiempo, la consecuencia más terrible: LA MUERTE.

Determinar cuando una persona de la tercera edad consume se torna muchas veces dificultoso, ya que la mayoría de ellos viven solos y por lo tanto consumen solos, y si viven acompañados lo mantienen en reserva o lo disimulan.

Seguramente cualquiera de nosotros conozcamos alguna persona mayor que dejó de trabajar y pasó a ser "PASIVO", con todo lo que esta palabra implica, o acaba de perder a su cónyuge, por lo tanto transcurre un duelo no elaborado y comienza aislarse y a incrementar el consumo de alcohol que mantenía en niveles bajos o de muy poca incidencia.

Las personas mayores sufren con más frecuencia de situaciones de aislamiento o soledad, y eso muchas veces los induce a con- sumir alcohol como una especie de "automedicación" de "quita penas" para sustituir las carencias, lo que va a derivar en un problema de salud, esto cada vez afecta más a un mayor número de personas de la tercera edad.

El aislamiento o la soledad también se remite muchas veces a causas externas (fallecimiento de congéneres o amigos de su misma edad) o por causas intrafamiliares (conflictos acrecentados con hijos o parientes).

Está considerado que el alcohol es una droga social, ya que es muy fácil de conseguir y nunca falta un amigo o vecino, quizá bien intencionado, que incita a tomar.

Además no tenemos que olvidar que el alcohol es un representante muy firme en la conciencia de los adultos mayores, ya que simboliza toda su época de juventud y adultez, tiene toda una carga cultural que remite a tiempos de diversión y entretenimiento.

Por otro lado, las personas de edad avanzada presentan patrones de consumo diferentes a los jóvenes, ya que suelen beber diariamente y en cantidades menores pero en forma más sostenida, habitualmente el problema es detectado por terceros perspicaces o porque el afectado acude al médico con alguna dolencia que no atribuye al alcohol, por lo tanto es un problema escondido y negado principalmente en las mujeres a causa de la sentirse culpable o con vergüenza para afrontar su problemática ante terceros, más aún cuando estos terceros son familiares a los cuales en otras épocas representó un ideal o una moral determinada. Lo que no se tiene en cuenta son las consecuencias graves sobre los órganos, lo metabólico y el sistema nervioso, esto es debido al deterioro del organismo propio de la edad, a las enfermedades crónicas y a la ingesta de medicación clínica o psicofarmacológica que terminan siendo un cóctel mortal.

EL CUERPO COMO UN GRAN DELATOR

Las secuelas de este problema pueden observarse de diversas maneras, por ejemplo a nivel neurológico los efectos del alcohol son casi inmediatos, ya que los adultos mayores son más sensibles y la tolerancia a las bebidas va disminuyendo con la edad. Además, a veces el consumo se presenta simultáneamente con una posible demencia en la cual se presenta un mayor deterioro de la memoria, surgen dificultades para hablar y para encontrar objetos, por lo cual puede presentar para los familiares una difícil diferenciación de la problemática del adulto mayor.

También hay que prestar mucha atención con la desnutrición ya que es consecuencia de la adicción, el alcohol reemplaza calorías, entonces la gente mayor come poco, ya habitualmente en esa edad se come mucho menos, junto con esto se produce el bloqueo de la absorción de vitaminas y por lo tanto un déficit de la vitamina B. Algo que también es importante es que los adultos mayores tienen más probabilidades de sufrir hipotermia, porque como la sustancia alcohólica produce vasodilatación, dicen que no sufren el frío, pero pierden calor.

Hay signos que deben tomarse en cuenta para determinar si algún adulto mayor consumen alcohol.

Pero esto no es todo, ya que el abuso hacia esta droga puede producir trastornos en el aparato circulatorio, tiene mayor probabilidad de pre-infarto e infartos. Además se debe considerar que corre hasta 20 veces más de riesgo de sufrir cáncer en el aparato digestivo, ya que su organismo no absorbe los nutrientes necesarios y los tejidos del hígado pueden destruirse, y esto es conocido popularmente como cirrosis hepática. Los problemas de alcoholismo en los adultos mayores son tratables y se pueden prevenir, la ayuda debe iniciarse cuando el sujeto reconoce el problema, por lo tanto se debe tomar en cuenta estos indicios.

Hay algo que es positivo, las personas mayores tienes más probabilidades de recuperarse, debido a que cuando buscan ayuda, se comprometen y le dan continuidad al tratamiento, es recomendable la terapia individual y a veces la terapia grupal. Estas terapéuticas se basan en el reconocimiento del problema, la patología de base que ha sido cubierta con el alcohol y sirve como apoyo mutuo o ayuda mutua, también ayudan a verse reflejado con otro con su problemática, es un lugar para reconocerse y ser reconocido por otros ante una adicción muy dura y con consecuencias terribles, pero que con voluntad, esfuerzo y ayuda se puede recuperar. Es muy importante concientizar a familiares, amigos, conocidos y vecinos sobre esta problemática que no esta considerada en la tercera edad, ninguna persona cercana a un adulto mayor puede imaginarse que esa problemática puede estar sucediendo, se la relaciona más con los jóvenes o adultos marginales o con problemáticas económicas, laborales y sociales.

DROGADICCIÓN: ¿QUÉ SUCEDE CON LOS ADOLESCENTES?

Lic. Susana Turati (Psicóloga)

Miembro del Equipo de Asistencia Psicológica - REDBA

OMS: droga es toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de administración, produce una alteración del natural funcionamiento del sistema nervioso central del individuo, y es además, susceptible de crear dependencia psicológica, física o, ambas. Si hablamos de drogas, de dependencia o, el uso indebido de ellas, tenemos que considerar que puede provocar diversas enfermedades: problemas psíquicos, familiares, sociales y hasta la muerte.

Vivimos en la era de las comunicaciones, y sin embargo, estamos incomunicados, y así en este mundo el adolescente se halla sumergido en el "gran consumo", vive pensando en "zafar" más que en comprometieres, se encuentra concentrado más en el cultivo de su cuerpo que en su desarrollo intelectual. Busca en el adulto un modelo referencial pero encuentra que las figuras parentales le ofrecen roles inseguros y desdibujados; no constituyendo el marco de referencia válido necesario, esto se ve agravado cuando hay padres que borran las diferencias generacionales necesarias, tratando de identificarse con los hijos, copiando sus modas, hábitos y lenguajes, y es por esta permanencia de la juventud, como valor sobrestimado en esta época que se genera en los adolescentes un estado total de confusión y desorientación

En el mundo que enfrentan hoy los jóvenes, todo es muy rápido, el amor, el sexo, la independencia, las obligaciones, las ilusiones y las frustraciones. La vida infantil es corta y la adolescencia es larga, desarrollándose en un marco de crisis, que da lugar a una vida conflictuada. La contemporaneidad denota una situación tensionante, en la que las drogas echan sus raíces, siendo un fenómeno tridimensional, ya que abarca al individuo, a la familia y a la sociedad.

Si nos preguntamos cuáles pueden ser los motivos por los cuales los adolescentes se acercan a las drogas, podríamos enumerar los siguientes:

- satisfacer la curiosidad sobre los efectos de determinadas sustancias.

- presión de sus pares y necesidad de pertenencia a un grupo, y de ser aceptado

- tener experiencias nuevas, emocionantes o peligrosas

- ausencia de proyectos, falta de autoestima

- ambiente desfavorable, crisis familiares

- fácil acceso a sustancias adictivas

- escape del dolor, a la tensión o a la frustración.

Y como característica que se pueden presentar en ellos podemos enumerar:

- dificultad para la aceptación de límites y falta de responsabilidades

- control inadecuado de los impulsos

- dificultad para tolerar y expresar las situaciones desagradables

- dificultad para conectarse y expresar sus sentimientos

- pérdida de valoración de la propia vida y de la los demás

- pérdida de valores e ideales

- desinterés, apatía para llevar adelante lo que se propone.

Pero, la curiosidad, el ver qué pasa y creer que poseen el manejo de las drogas es la sutil entrada al consumo, unido a la inseguridad y al desamparo que vivencian. La publicidad presentando un mundo deslumbrante, fácil y cómodo, que no concuerda con la realidad que lo circunda, hace que busquen una satisfacción artificial que los aleje, aunque sea en forma momentánea, de esa realidad displacentera.

Nuestra tarea, la de los psicólogos, es trabajar en las dimensiones de lo individual y lo familiar, que están comprometidas en este tema, sin desoír lo social, y es al adolescente al que hay que brindarle un lugar donde instalarse para desplegar su problemática.

FRAGMENTO ENTREVISTA

REVISTA de PSIQUIATRIA PRESCRIBE

Entrevista realizada a Lic Sergio Sáliche (Psicoanalista) - Director REDBA

En el año 2000, un grupo de psicólogos autoconvocados formaron una institución con carácter de Asociación Civil sin Fines de Lucro, cuya finalidad era establecer lazos con la comunidad a través de un servicio gratuito y abierto: una guardia de Orientación Psicológica Telefónica. Pocos meses después de esta fundación, la institución comenzó a realizar actividades académicas, seminarios y cursos. El director de esta Red Asistencial de Buenos Aires, licenciado Sergio Sáliche, comenta que los cursos tenían el objetivo principal de brindar a la gente una capacitación que les ofreciera una salida laboral. "Todo lo pensamos en relación con la cuestión autogestiva". "Otro motivo por el cual creamos esta Red, fue la percepción de una falta de posibilidad de la gente de consultar con un profesional, entre la llamada a un centro de atención psicológica y la concurrencia real a la entrevista, hay mucha distancia, nosotros entendimos que la gente necesitaba una atención más rápida, muchas personas no acuden a un psicólogo, y menos a un psiquiatra, porque existen muchos prejuicios". "En realidad, la función del psiquiatra es estabilizar orgánicamente al sujeto, lo que lo diferencia de un médico clínico, es que el clínico no está especializado en la medicación psicofarmacológica". A menos de una semana del comienzo de la difusión de la guardia telefónica gratuita, empezaron recibir muchísimos llamados, lo que confirmó que había una gran necesidad en la gente.

Se realizan diferentes tipos de intervenciones en la línea telefónica. Aunque a veces el tiempo no resulta suficiente para igualar una entrevista presencial, el profesional hace una serie de preguntas que le permite a la persona reorganizarse de una manera distinta, le dan un nuevo sentido a la consulta que está realizando. "Nuestro objetivo no es simplemente contener, sino intervenir como para que a ese otro le pase algo que lo reestructure".

Uno de los problemas con los que se encuentran los psicólogos y psiquiatras del la Red Asistencial es la consulta de gente que está medicada, pero sin un tratamiento psiquiátrico. La persona empieza a sentirse angustiada, padece de fobias o de ataques de pánico, situaciones de estrés, comienza incluso a tener sensaciones físicas a causa de esa angustia, entonces va al médico clínico. Se realiza análisis, estudios, pero la persona no tiene nada. Entonces, el médico le receta un ansiolítico. "Eso trae varios problemas - advierte el entrevistado -. Los ansiolíticos como el Rivotril, el Valium, o el Lexotanil, por ejemplo, son muy adictivos. Por otra parte, el paciente no tiene un seguimiento por parte de un profesional, ni un trabajo sobre el tema de la adicción a las benzodiazepinas, no hay ningún tratamiento. La gente toma esa medicación de cualquier manera, sin organización, sin ningún tipo de indicación, y llega un momento en el que sigue angustiada y sin poder salir adelante. Recibimos consultas de pacientes medicados, pero eso no significa que un psiquiatra los haya ido controlando en la medicación. Lo que hacemos con muchas de esas consultas es derivarlas a un psiquiatra".

Como mensaje final, Sergio Sáliche insta a que, cuando un médico recibe a un paciente que no tiene una patología orgánica, realice la derivación correspondiente, ya sea a un psicólogo o a un psiquiatra ya que, considera esto, no habitual. Y añade acerca de las causas: "Se debe a la formación que reciben en la Facultad de Medicina, que hace que los médicos crean que únicamente lo orgánico gobierna la vida del sujeto. Es un problema ideológico, pero que tiene que ver con la formación académica. De todas maneras, debo reconocer que muchos médicos tratan de formarse y de informarse acerca de temas que atañen a la psicología. Mi mensaje es que traten de hacer las indicaciones correctas en aquellos casos que exceden lo médico".

ADICTOS AL JUEGO: ¿UN TEMA MENOR?

Lic. María del Carmen Naharro (Psicóloga)

Miembro del Equipo de Asistencia Psicológica - REDBA

La ludopatía es un trastorno compulsivo de la conducta, que convierte a quien la sufre, de forma crónica y progresiva, en una persona incapaz de resistir los impulsos de jugar.La dependencia del juego es una de las enfermedades mentales menos conocidas por la sociedad.

Este desconocimiento puede deberse a que los juegos de apuestas han constituido desde siempre una actividad recreativa en la mayoría de las sociedades.

Una gran parte de los individuos considera el juego como un vicio y no una dependencia grave que destruye tanto a quien la padece como a todo lo que lo rodea, especialmente los vínculos familiares.

El mecanismo que subyace a problemas como el alcoholismo, las toxicomanías o la bulimia, es inicialmente idéntico al que lleva al jugador a convertirse en ludópata.

Por lo tanto, puede equipararse la ludopatía al modelo de drogadependencia sin tóxico.

La excitación que produce el riesgo de cada jugada atrapa paulatinamente a aquellos que por razones particulares están más predispuestos.

Luego, los sentimientos de culpa, la frustración, el pánico, la pérdida de la autoestima y la depresión, acaban por adueñarse del jugador patológico.

Esta es la fase más crítica por la que termina atravesando el adicto al juego.

La situación llega a ser tan extrema que con frecuencia llegan a cometer actos delictivos, fraudes o robos hasta con la propia familia, para poder seguir jugando.

Según la clasificación estadounidense de los trastornos mentales DSM IV, la distorsión del pensamiento, la superstición, la mentira y la sensación de poder y de tener todo bajo control mientras juegan, son algunas de las características presentes en los jugadores patológicos.

A pesar del problema que se cierne sobre toda dependencia y de que la curación parece una meta inalcanzable, la ludopatía tiene tratamiento.

La premisa para poder empezar la recuperación es admitir que se es adicto al juego.

El primer paso tiene que darlo el paciente, aunque en la mayoría de los casos son los familiares quienes realizan las primeras consultas.

Normalmente, el adicto al juego suele acudir en busca de ayuda tras varios años de padecer la enfermedad.

BULIMIA Y ANOREXIA: (CONSUMIR O SER CONSUMIDOS)

Lic. Susana Turati (Psicóloga)

Miembro del Equipo de Asistencia Psicológica - REDBA

Síntomas Contemporáneos

En términos generales se dice que, los llamados síntomas contemporáneos (adicciones, bulimia, anorexia) están ligados a la subjetividad de la época.

En el siglo XX, se ha olvidado a la persona en su concreción y singularidad. En cuanto a la relación consigo mismo, se siente como una cosa que es empleada con éxito en el mercado y su identidad está unida a su papel socioeconómico; su sentido del valor, depende de su éxito, de sacar utilidad de sí mismo, y siente el proceso total de vivir en sentido análogo a una inversión provechosa de "capital": mi vida y mi persona son el capital invertido.

La palabra por excelencia en este tiempo es CONSUMIR y, por este consumir se entiende la satisfacción de fantasías artificialmente estimuladas, como por ejemplo: comprar el último modelo de cualquier cosa; quedando en un lugar secundario, el real placer de usarlo y en cuanto a la relación con los otros, es entre dos abstracciones que se usan recíprocamente: todo el mundo es mercancía para todo el mundo.

DIVERTIRSE, consiste en la satisfacción de CONSUMIR y TOMAR: mercancías, alimentos, bebidas, cigarrillos, personas. Los vínculos se labilizan, y se sustituyen las relaciones interpersonales, por relaciones con máquinas y objetos; se le propone a la persona que sea individualista, pero bajo la forma de ser exactamente igual a los otros, y donde el acento está puesto en el cuerpo. Este cuerpo aceptable es el cuerpo delgado, fuerte, andrógino, preparado para un mundo competitivo, con fuertes valores de belleza, autonomía, y juventud; y para ello hay que trabajarlo continuamente, ya que es un cuerpo que se adquiere, y no un cuerpo natural.

Las mujeres han sido los sujetos afectados por excelencia por estas exigencias y así, bulimia y anorexia parecen haberse transformado en el paradigma del género femenino. La mujer, ha sido la más exigida ya que debe ser atlética, porque esto es un símbolo de competitividad, debe mostrarse masculinizada para escalar posiciones en el campo laboral a costa de sus características biológicas como por ej. : las ligadas a la maternidad. Aunque, en la actualidad estos trastornos alimentarios y de distorsión en la imagen corporal ya se presentan también en los varones.

La cultura occidental, parece ser en la actualidad una cultura de uso y descarte rápido de las personas, se debe permanecer en un nivel constante de deseabilidad de "ser consumidas", para no ser descartadas definitivamente y ser condenadas a la marginalidad social.

Si bien vemos que hay un impacto cultural fuerte, también, debemos ver en cada caso cómo se manifiestan estos síntomas, ocupándonos de la singularidad de cada Sujeto, y haciendo posible que estos trastornos se signifiquen en relación a la historia personal y procesos inconscientes, creando un espacio para el análisis; ya que estas conductas, bulímicas y anoréxicas, surgen en relación a determinada conflictiva, llevándolas a una peculiar modalidad de relación con el alimento, el cuerpo y el vínculo con los otros.